lunes, 9 de diciembre de 2013

Última clase 2013

Terminando el ciclo lectivo 2013, inauguramos el nuevo taller.
Las chicas ya me habían avisado que no tenían intenciones de coser mucho, que venían a festejar fin de año.
Pero me salió la maestra ciruela de adentro y preparé un trabajo obligatorio con las telas que Lorena nos regaló cuando volvió de su último viaje.


Fue difícil hacerlas comenzar pero lo logré. El trabajo consistió en cortar tiras de 3,5 cm. y luego coserlas de a pares, formando tiras.
A las tiras las cortamos en fragmentos de 6 cm. y empezamos a armar escaleras!!


Todas cortaron, cosieron y volvieron a cortar.
Se fueron armando cada una su bloque.


Y prepararon también para las compañeras ausentes y las profes.


Hubo dos que casi, casi, casi se salvan de coser!!! Opusieron resistencia pero al final, cosieron!!


Cada una agregó la tela estampada elegida en el lateral y los mini manteles individuales quedaron listos. Podemos apoyar la taza en el escritorio del trabajo, el mate o la merienda en casa.
Gracias Lore por el hermoso regalo, todas nos llevamos un pedacito de tu viaje a nuestras casas!!



Fue una excelente manera de terminar el año de clases: cosiendo y llevándonos el trabajo terminado!!! Iupi!!!
Gracias costureritas de mi corazón por acompañarme durante este año. Las quiero muchísimo, porque con ustedes me divierto cosiendo!!!

Marina
 
Y Luciana nos mandó el trabajo terminado.
 

El posa mate, un regalito de la profe Marina.
gracias por compartir un año más.
Delfina.

sábado, 26 de octubre de 2013

Para María Cristina

Gracias al trabajo de Fernando, mi zapatero, la cartera violeta está terminada con una tiras de cuero color suela.

A pedido de María Cristina, va la foto con los zapatos que motivaron el trabajo!!
 
 
A divertirse cosiendo!!!
           Marina

sábado, 28 de septiembre de 2013

Llegó el color a mi cocina

¿Se acuerdan de mis paredes blancas y vacías?
Les cuento que ya no están ni tan blancas, ni tan vacías. Varios trabajos fueron terminados y colgados en el lugar para el que fueron pensados.

Después de armar el sandwich de mi tapiz de estrellas, empecé a acolcharlo a mano.
Usé mis hermosos hilitos mouliné, esos que tengo de mis épocas de bordado en punto cruz, cuando era muy soltera y estudiante.



Acolché cada estrella con hilo en su color, medio centímetro por dentro de su contorno y con un detalle en el interior.

Me encanta ver los trabajos por el revés, es un vicio que heredé de mi abuela Delfina. La prolijidad de un trabajo se evidencia en su revés, por eso lo voy revisando constantemente.



Después de acolchar todas las estrellas, comencé a acolchar el fondo blanco. En esta etapa cambié el hilo mouliné por el perlé. 


Todo quedó acolchado.


Cosí con tela blanca el borde exterior, coloqué las mangas por el revés y Horacio me ayudó con los tarugos y tornillos.


Y mi pared ya no es blanca, es verde.
Y ya no está vacía, está estrellada!!

Ahora las disfruto cada vez que me siento en el comedor porque están colgadas frente a mí.
Gracias a mis alumnas por regalarme sus estrellas y a ustedes por acompañarme en el proceso!!

         A divertirse cosiendo, Marina

domingo, 15 de septiembre de 2013

Zapatos violetas


Esperando la primavera me compré unas chatitas violetas, con su correspondiente cinturón al tono. Miré el negocio y no había cartera de mi agrado en ese color.
En los días siguiente prendí el radar en busca de una cartera de ese color y como nada me convencía, decidí coserla.

Tenía que ser algo de costura a mano para poder avanzar fuera de casa.
Así es como me encontró el torneo de patín de mis hijas, pasando sábado y domingo sentada en unas gradas de hormigón helado, con hexágonos de 5 cm. de lado, variadas telas violetas y compañeras de hinchada aprendiendo patchwork al paso!!


Cuando los hexágonos estuvieron en cantidad suficiente, los fui cosiendo en tiras.


Armé la tela exterior de la cartera con treinta y seis hexágonos.  


Antes de sacar todos los papeles de base, planché por el revés, para que no tome lustre la tela.


Así quedó el revés sin los papeles ni los hilvanes.


Volví a la plancha para abrir los lados de los hexágonos que estaban en los bordes superior e inferior.
Los lados izquierdo y derecho quedaron con el dobladillo hacia adentro porque todavía faltaba unirlos para armar el exterior de la cartera.


Coloqué fliselina de pegar y planché para que se adhiriera al revés del patchwork. 


Acolché a máquina, con hilo violeta.

                                      

Y la última costura a mano fue la unión de los laterales izquierdo y derecho.


Volví a planchar para pegar la fliselina sobre esa costura final.


Di vuelta el tubo y corté las mitades de los hexágonos que sobresalían en los bordes superior e inferior. 


Para dar forma a este tubo, cosí unas pinzas de 3 cm. a cada extremo de la base.


Preparé el forro de la cartera con las medidas exactas del tubo de patchwork, repitiendo las pinzas de la base y los ensamblé.
En el interior le agregué una tira de tela para enganchar las llaves del auto, que tienen la habilidad de perderse entre todas las cosas que llevo.


Mi trabajo está terminado, falta que el zapatero le cosa las tiras de cuero para poder estrenarla con mis hermosas chatitas!!

A divertirse cosiendo, Marina


martes, 18 de junio de 2013

Sí, quiero.


Hace unos cuantos años Diana me dijo que había visto un patrón de círculos que se entrelazaban. Le gustaba el diseño y su significado. Entonces largó la pregunta del millón "es difícil?", que se ganó mi clásica respuesta "no, no es difícil, es lento".

El bloque era el "double wedding rings" o alianzas dobles de casamiento, que todas sabemos que es despampanante. Esas uniones diminutas, en pico, con esas costuras curvas, le quitan el ánimo a cualquiera, pero no a Diana que estaba determinada a hacerlo!!

Ella era candidata a los aplausos sólo por animarse y coser, pero el motor de esta determinación es lo que quiero contarles.

Las telas principales, ellas son la causa de todo. La tela blanca, que está en el interior de los anillos y entre los arcos, es del vestido de casamiento de Diana y la principal tela estampada, que está en el centro de los arcos, es del vestido del casamiento por civil de su mamá. ¿Se emocionaron, no?

Desarmó su vestido de casamiento, lo lavó y planchó. Primero cortó los interiores de los círculos y los interiores de los arcos fueron saliendo de los cortes de tela más pequeños. No se dan una día lo que rindieron las mangas!! Les apuesto que, a partir de ahora, cuando vean una novia van a pensar en cuanto patchwork podemos coser con esos suntuosos vestidos.
La tela del vestido del civil es crepe, gastado de tanto usarlo, que reforzamos con entretela para que resistiera su nuevo destino.

Para agilizar la primer etapa del trabajo, cosió los arcos con la técnica de patchwork sobre papel. Todo el armado posterior fue a mano.

El acolchado principal lo hizo a máquina y a mano están siendo los detalles de terminación.


Cada vez que trae la manta al taller, la ovacionamos. Es para una cama de dos plazas y es pesada, pesada, como para dormir quietitos en una noche de frío.


Las telas de colores fueron elegidas tomando el crepe como parámetro y la tela blanca del borde es una tela actual de vestidos de novia, no es algodón.


Faltan algunos detalles para terminarla pero quería compartirla con ustedes. Es un trabajo bellísimo, con una historia hermosa, de esas que contamos entre amigas cuando nos reunimos. Es una historia de amor, con varios capítulos de alegrías, tristezas y costuras.
San Pablo, en su primera carta a los Corintios, describe a la perfección lo que es el amor y termina diciéndoles que el amor no pasará jamás.
Esta colcha es un ejemplo de que el amor no pasa.
Gracias Diana por compartirla con nosotras!!
Felicitaciones y aplausos de pie!!!

A divertirse cosiendo, Marina


domingo, 12 de mayo de 2013

Preparados, listos ...

... Ya!!!!
Largué con la etapa de acolchado.
El sandwich de las estrellas de mi cocina está esperando las puntadas de colores.
Voy a usar muchos hilos, de esos que tengo en mis cajitas de plástico transparente.


Ahora me voy a dirvertir cosiendo!!!
      Besos, Marina

lunes, 18 de marzo de 2013

El poder del acolchado


Hace unas semanas les conté que la Jefa había elegido unas telas hermosas y me las había entregado con un moño, para que empezara a coser cosas nuevas para el taller.
Fue así que armé este bloque floral con aspiraciones de pensamiento. Pero seamos honestas, así solo, no decía mucho!! Un aspecto muy rígido y esquemático. 

                                     

Entonces me dispuse a acolcharlo a máquina, porque la máquina no muerde para acolchar!!!! Resultó que esa maravilla mecánica y electrónica, además de ser la herramienta necesaria para coser, es un instrumento de primer nivel para acolchar.

Como el diseño que quería acolchar estaba compuesto con bastantes curvas amplias, lo dibujé para quedarme tranquila del resultado final..
Utilicé la lapicera de tinta Pilot Frixtion (sí, sí, aceptaría esponsoreo!!) que mis hijas usan en el colegio. Es una maravilla, para el colegio y para las telas. A saber: a) para el colegio, porque escriben y luego lo pueden  borran con la punta de polímero que tiene en el otro extremo, sin necesidad de borratinta y posterior birome y 2) para las telas, porque dibujamos y las líneas desaparecen con el calor de la plancha, con solo acercarla al trabajo, sin necesidad de aplastarla.

¿Qué me cuentan, eh? Me atrevo a publicarlo con tanta desición porque sometí el producto a distintas pruebas: agua fría, agua caliente, secado al sol, secado a la sombra y heladera por varias horas. Lo único que hace reaparecer la tinta es el frío del freezer pero quien demonios guardaría un acolchado en el freezer, no?


Me lancé a acolchar, cambiando los colores de los hilos para lograr distintos efectos.
En lo único que podía pensar era en los exhibidores que tienen las mercerías: quiero uno de esos, con todos los colores!! Si, si, si, también acepto esponsoreo en esto!! =)
Para este trabajo me llevé prestadas varias bobinas del taller, que prometo devolver.


El trabajo quedó bien, estoy muy conforme. El acolchado libre le hizo perder la rigidez al patchwork, le dio otra dimensión.
Va una foto más de cerca, para apreciar detalles.


Confieso que le tuve pánico a acolchar a máquina durante mucho tiempo. Ahora le estoy tomando el gustito.
Tenemos que tener en claro que no reemplaza al acolchado a mano, es otra cosa. Es una técnica más para utilizar.

A las que todavía no se animan, les digo que pierdan el miedo. Todo es cuestión de empezar!!

Besos y a divertirse cosiendo!!
Marina

domingo, 10 de marzo de 2013

Colores, telas, brillos y perseverancia


Hace unos cuantos años con Horacio, mi esposo, cambiamos el color de las paredes de nuestra habitación. El amarillo luna mutó en un poderoso lila.
Si, ya sé lo que están pensando y tienen razón, mi marido me dio el gusto!!

El acolchado de cuadrados que hice para nuestra cama, en la vieja y querida paleta de colores country, no pegaba ni con cola de carpintero. Empecé un acolchado nuevo y en poco tiempo elegí también un diseño para hacer el tapiz respaldo de la cama.

El acolchado está por ahí, esperando inspiración divina, que tarda cada vez más en llegar. Confieso que usé telas muy lindas y un bloque simple que permitió incluir todas esos pedacitos que guardaba como tesoros. Pero creo que no hay amor entre nosotros, no de ese amor que dura muchos años.

El tapiz cuenta otra historia, con un mejor final.
Se los presento, colgado, en otra casa, en otra pared ... y con el mismo marido!!


El diseño original fue publicado en una revista y la ejecución comezó en noviembre de 2008.
Así empecé, aplicando los cuartos de círculo a las bases blancas o de color, según la ocación. Agradezco a mi papá que fotografía todo, hasta los momentos de costura!!


Los primeros pasos fueron lentos porque eran todas aplicaciones a mano. Después el armado fue más rápido porque fue a máquina. Llegó el momento del sandwich, que armé diligentemente y dejé dormir unos dos años.

En uno de esos ataques de "no puede ser que tenga tantos trabajos sin terminar", empecé a acolchar.
Como las aplicaciones estaban a mano, acolché a mano. No hay una regla para esto pero debo decir, sin que suene arrogante, que tengo una puntada espectacular. Al paso que iba, apuro no tenía.

Durante el 2012 el trabajo volvió a reposar. Quería acolchar los bordes pero no sabía que diseño hacer. Entonces decidí que era momento de consultar a mi amiga Bárbara.
Ella es diseñadora textil y desde que somos niñas, la recuerdo dibujando.
De su mano y su genio llegó la solución, esa idea que me destrabó la cabeza y le permitió a mis manos seguir trabajando.


Fue también Bárbara quien hace muchos años me dijo "¿y si a esos trabajos los bordás?", sembrando la semilla de lo que en un tiempo sería una vuelta más en la confección de mis tapices.

En diciembre pasado elejí las mostacillas y lentejuelas apropiadas a cada color. Subí todo al auto antes de partir a mis vacaciones en la playa, dispuesta a avanzar en mi tiempo libre.
La casa tenía una galería especialmente preparada para mi tarea.


Puedo decir que el descanso de enero me hizo bien. Bordé y bordé como loca, con muchos brillos.
Y el tapiz quedó listo!!
Aquí está el trabajo terminado.


Y ahora, los detalles, bien de cerca, a pedido del público.


Lentejuelas ovaladas para las hojas.


Las líneas del acolchado fueron todas bordadas encima, utilizando las mostacillas en el mismo color que el bloque.


Las ondas del borde fueron bordadas solo en verde y con lentejuelas hojas más chicas que las de los bloques. Las lentejuelas y mostacillas ocuparon los espacios de tela entre puntada y puntada, sin pisar al hilo perlé.


Terminé el tapiz después de cinco años. En ese tiempo hubo muchos descansos y muchas horas de trabajo. Y lo terminé. Persevera y triunfarás.
Y me sigue gustando.
Me gusta más que cuando lo empecé.
Besos para todas!! Marina

sábado, 9 de marzo de 2013

Cuadro de honor


Y la costurera es Amalia, que con este trabajo está en el cuadro de honor de marzo de 2013!!
 
A ella le encargaron pintar una vajilla de porcelana. La dueña del pedido quedó encantada cuando le entregó el trabajo. Entonces los pigmentos y aceites de la pintura en porcelana se transformaron en tela y trasladamos el diseño a la decoración de la cocina.

Los almohadones, para las sillas de la cocina.


El visillo para la ventana, en uno de sus extremos.


La flor central, con los detalles de bordado y el efecto de sombra por el uso de varios tonos de telas.




El extremo derecho del visillo.


Hermoso trabajo, bordado con delicadeza y prolijidad, con una original paleta de colores.
Felicitaciones Amalia!!




martes, 19 de febrero de 2013

Todos tenemos jefes

 
No importa cual sea nuestra actividad, en algún momento de la vida todos tenemos algún jefe.
 
Cuando sos hijo menor de edad, son tus padres. Ellos son quienes deciden sobre tu vida y te dan ordenes. Los abogados le decimos "ejercicio de la patria potestad" y así suena serio!!
Cuando trabajas en relación de dependencia, es tu superior jerárquico. Ese que te dice que, como y cuando hacer infinidad de cosas que preferirías no hacer.
En mi caso, en el taller, es mi madre.
 
La vuelta de las vacaciones me encontró descansada y con las neuronas felices. Cuando llegué a casa metí mano, mostacillas y lentejuelas en un tapiz para el respaldo de mi cama, que tenía el acolchado listo y que realmente quiero terminar.
 
Pero también quiero empezar las clases del taller y tengo que coser cosas nuevas. El problema es que tengo el espiritú docente dormido!! Doy vueltas, miro trabajos, miro telas, doy excusas y no coso nada nuevo.
 
Es allí donde llegó "la Jefa" y dijo: "mirá que lindas estas telas para hacer ese trabajo que me mostraste". Hasta con moño me las dio, todas organizadas!!
 

Este fin de semana empiezo a coser para el taller. La Jefa dijo que las clases empiezan el sábado 2 de marzo. Allí estaré, con trabajos nuevos y el delantal puesto, lista para pasar una jornada excelente!!

Besos para todas y a divertirse cosiendo,
Marina
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